El nuevo siglo ha traído, hasta el 2011, un total de 13 largometrajes animados, recordando aún su primer largometraje realizado en 1930 "Blanca nieves y Los 7 enanos". En este tiempo, el estudio Diney ha tenido éxitos y fracasos, mientras abandona poco a poco la animación tradicional. Con su última película, 'Enredados' -estrenada en febrero de 2011-, la compañía ha llegado a la cifra de 50 clásicos animados en su haber.
DINOSAURIOS (2000)
Disney no quería ser el único estudio sin un filme de dinosaurios. Así que, para celebrar el nuevo siglo la compañía echó la vista atrás y nos trasladó hasta el periodo cretáceo, con una película hecha íntegramente por ordenador y con un desorbitado presupuesto de más de 130 millones de dólares, convirtiéndose en la producción más cara de ese año. Sin duda, el espectacular diseño del filme sirvió para dejar claro que estaban a la altura de Pixar.
LAS LOCURAS DEL EMPERADOR (2000)
El estudio recupera su línea cómica -en un primer momento iba a ser más dramática- con una historia inspirada ligeramente en la cultura Inca, que consigue su propósito: hacer reír a grandes y pequeños. La mujer del protagonista, Pacha, es la primera que aparece embarazada en los largometrajes animados de Disney.
FANTASÍA 2000 (2000)
Para celebrar el 60 aniversario de la 'Fantasía' original, Disney decide llevar a la gran pantalla una nueva versión de su clásico musical. Al igual que su predecesora, se compone de varias piezas musicales animadas, entre ellas la '5ª Sinfonía' de Beethoven; 'Pinos de Roma' de Ottorino Respighi; y 'El aprendiz de brujo' de Paul Dukas, interpretado de nuevo por Mickey Mouse a modo de homenaje a la original.
ATLANTIS EL IMPERIO PERDIDO (2001)
El estudio no es ajeno al interés que despierta la Atlántida -varias novelas giran en torno a ella- y crea una apasionante aventura cuyo protagonista, Milo, intentará resolver el misterio de ese imperio, siguiendo los pasos de su abuelo. Sin embargo, no conseguirá el éxito en taquilla que el estudio esperaba.
EL PLANETA DEL TESORO (2002)
De nuevo, Disney se inspira en una novela para crear su 42º clásico animado. En esta ocasión la elegida es la obra del mismo título de Robert Louis Stevenson, a quien se le hace un pequeño homenaje en el filme, ya que el nombre del barco, R.L.S. Legacy, son las siglas del autor. Pese al atractivo de la historia -la aventura se traslada al espacio-, fue la película que más pérdidas económicas causó a la compañía.
LILO Y STITCH (2002)
Viendo los últimos sus últimos fracasos, Disney decide crear una promoción diferente de su nueva película con tráilers en los que aparecía Stich destruyendo alguna de las escenas más famosas de clásicos del estudio como 'La bella y la bestia', 'Aladdín' y 'La sirenita'. La historia del pequeño alienígena destructivo y la huérfana Hawaina tuvo una considerable aceptación. Gustó tanto que, además de varias secuelas, un año después se llevaría a la pequeña pantalla en forma de serie.
TIERRA DE OSOS (2003)
El estudio hizo un intento fallido de crear un nuevo 'Rey león'. Fallido porque esta aventura de amistad y lealtad pasó sin pena ni gloria por los cines de medio mundo. Pese a ser la típica historia de Disney y a contar con una banda sonora de lujo compuesta por Phil Collins, no consiguió conectar con el público.
VACAS VAQUERAS (2004)
Esta aventura ambientada en una granja algo alocada será el último largometraje animado de Disney en salir a la venta en VHS y el último en hacerse con animación tradicional, hasta 'La princesa y el sapo'. Las críticas de la película fueron dispares. Pese a ello, Disney se dio otro batacazo en la taquilla, con una recaudación de poco más 75 millones de dólares, la mitad de lo que esperaban. Este hecho motivó al estudio a dejar a un lado la animación tradicional, ante la que el público parecía no reaccionar como con las películas de Pixar.
CHICKEN LITTLE (2005)
Es el primer largo animado de Disney creado íntegramente de forma digital, aunque inicialmente se pensó que se haría con dibujos a mano. Otro de los cambios que se añadieron sobre la marcha fue el cambio de sexo del pequeño Chicken Little, que en un primer momento iba a ser una chica. Una vez más las expectativas del estudio no se cumplieron.
LA FAMILIA DEL FUTURO (2007)
Inspirado en la novela 'A Day With Wilbur Robinson', de William Joyce, fue el primer largo animado desde que la compañía adquiriera Pixar. El nuevo director creativo de Disney, John Lasseter, hizo su primera aportación a los estudios y, como no estaba demasiado convencido con el guión del filme, decidió rediseñar el 60%. El 47º clásico dio un respiro a la compañía, siendo el cuarto largo de animación con mayor recaudación de 2007, después de 'Ratatouille', 'Shrek Tercero' y Los Simpson: La película.
BOLT (2008)
En la historia de esta estrella canina de Hollywood se aprecia el dominio de la animación digital -fue la primera en producirse y rodarse en 3D- por parte de la compañía, quizá gracias a las aportaciones de Lasseter. Él mismo aconsejó que el eje central del filme fuera el viaje de Bolt y la evolución que provoca en su personalidad.
LA PRINCESA Y EL SAPO (2009)
Disney vuelve a la animación tradicional en este cuento basado en el libro 'La princesa rana' de E. D. Baker. En una historia ambientada en Nueva Orleans y con la música Jazz de fondo, el estudio pone como protagonista por primera vez a una princesa afroamericana. Pese a las controversias que hubo entorno al título de la película y al nombre de la princesa, en un primer momento iba a ser Maddy, tanto la crítica como el público alabó el 49º clásico de Disney.
ENREDADOS (2010)
Después de ocho décadas, y un total de 72 años, haciendo las delicias -unas veces más que otras- de niños y mayores, Disney estrena su película número 50. Una cifra redonda para un largometraje inspirado, de nuevo, en un cuento clásico de la literatura, 'Rapunzel' de los Hermanos Grimm. Para la historia de la joven de pelo infinito, que lucha por salir de la torre en la que vive atrapada, los estudios han decidido seguir con la animación digital en 3D, en lugar de la tradicional empleada para su antecesora. Para llegar a un público más mayoritario, los estudios decidieron cambiar el título de la película de 'Rapunzel' a 'Enredados'. Y lo han conseguido. Hasta el momento, el quincuagésimo clásico de Disney ha recaudado más de 500 millones de dólares en todo el mundo.
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