Estreno en México… ¡¿Esperamos?!
El término 360 grados, a veces tiene confusiones al pretender decir que la vida de un cambio total, es un error eso son 180 grados; así que al referirse a 360 grados, quiere decir de principio a fin, un ciclo.
Así es la película 360: Juego de destinos, donde todo comienza con una chica eslovaca (Lucia Siposová), que se inicia en el mundo de la prostitución como la única manera de salir adelante y ganar dinero, que se hace acompañar por su hermana menor (Gabriela Marcinkova), quien le insiste que no es la mejor forma de hacer realidad sus sueños.
Un hombre de negocios (Jude Law), en Viena decide relajarse con una prostituta, aunque los comentarios de un colega lo hacen desistir de usar los servicios sexuales, evitando ser infiel a su esposa (Rachel Weisz), una ejecutiva exitosa en una revista de moda, quien si le es infiel con un fotógrafo brasileño (Juliano Cazarré), quien para abrirse paso en Europa como fotógrafo tiene que serle infiel a su novia brasileña (Maria Flor), quien decide abandonarlo ante sus infildelidades e irse a su natal Brasil.
En el vuelo de regreso a Brasil, la novia brasileña se topa con un agresor sexual (Ben Foster), quien mató a la hija de su compañero de vuelo (Anthony Hopkins), quien se dirige a identificar el cuerpo de una mujer encontrado; aunque corre con la suerte que en verdad quiere reivindicarse y decide no atacarla.
Por último, el guarura de un mafioso ruso (Vladimir Vdovichenkov), quien acude a los servicios de la prostituta eslovaca, decide irse con la hermana “paradójicamente de la hermana de la prostituta” y el "padrote" lo mata ante la llamada de alarma de su protegida, quien ve la oportunidad de quedarse con el maletín lleno de euros del mafioso.
Y la película termina donde empezó, una chica acude a iniciarse en el mundo de la prostitución.
Las historias se entrelazan, la película está muy bien contada la historia que va llevando al espectador de la mano sin riesgo que se pierda o sea una confusión, la atmósfera sombría de las películas inglesas le da un toque de nostalgia y desolación, que poco se ve en Latinoamérica.