Reseña: No se aceptan devoluciones

Estreno 20 de septiembre de 2013

Eugenio Derbez, es considerado en el medio artístico ha sido considerado como workaholic, pero un tipo que se propone algo y hasta que no lo logra no está conforme, prueba de ello: No se aceptan devoluciones.

12 años le tomó desarrollar la idea, junto a 2 guionistas más, crearon una película: sencilla, bien contada, con detalles de ritmo, pero clara… en pocas palabras, se voló la barda.

Podrá gustarles o no, es una clásica película para entretenerse y como diríamos en México: Una de cal por todas las de arena, de películas palomeras gringas.

No se aceptan devoluciones cuenta la historia de un gigolo acapulqueño que es burlado por una gringa y le deja una pequeña a su cargo, bajo el pretexto de ser “su padre”; en los 50’s las películas mexicanas se a un padre cuando abandonaba a sus hijos como: “Fue a comprar cigarros”, para Derbez en el 2013 es: “Fue a pagar el taxi”.

El sello característico de Derbez, recurrir a ciertos chistes y rasgos de sus personajes cómicos televisivos, destellos cómicos dentro del melodrama, al estilo el cine de oro mexicano y desemboca con una conclusión sincera y un final poco común, amoroso y esperanzador.

Lo bueno, es resaltar el clásico dicho: "Padre no es el que engendra, sino el que cría"; el guión es una reflexión de ser hijo rencoroso, que se convierte en padre tratando a toda costa que su hija viva feliz. Lo malo, las elipsis de tiempo, primero tenía 25 años y luego pasan 20 años, como que los tiempos son confusos, raro. Y obvio Eugenio es igual a los 25 y 45 años; no basta un corte de pelo, no es suficiente.

Buena opción para el fin de semana, hablar del Oscar pienso que es prematuro, lo que sí da gusto que el sueño de un escritor se materialice en un guión, a diferencia de los argumentos de los cineastas mexicanos, la respuesta de Eugenio Derbez de escribir, dirigir y actuar es algo que los guionistas viven casi siempre: primero modificaciones al guión, segundo comprender la esencia de los que se quiere expresar, no se consigue y resulta la interpretación de algo que se escribe, pero sin esencia. 

Felicidades por atreverse, por hacer algo con calidad y bien hecho.

Por lo pronto, vea el trailer seguro tomará la decisión de ir o no a verla.