13 junio 2012

Crítica: Prometheus



Prometheus es el retorno del director Ridley Scott a la ciencia ficción, y el retorno co-guionista Damon Lindelof para la clase de grandes series, las dificiles 6 temporadas de las que se encargó en su programa de televisión perdidos (Lost).

Es una pareja que infunde a Prometheus con impresionantes efectos visuales de Scott e ideas Lindelof que son aún más interesante para discutir después de los créditos, el innato deseo de superar a nuestros padres, por ejemplo, o la incapacidad para encontrar respuestas a la mayoría persistente de la vida y las cuestiones importantes. Pero también hace que para una película en última instancia, decepcionante, ya que los sustos de tensión y personajes finamente dibujados que nos recuerda a Alien, da paso a un final desconcertante, que no ofrece la respuesta de cualquiera de sus grandes preguntas.

Es el objetivo de ser a la vez un thriller espacial épica y un estilo espiritual, y ver que casi pudieron lograr ambas cosas hace que sea aún más frustrante. Lo bueno de Prometheus, sin embargo, es suficientemente bueno para ser digno de ver en 3D, en primer lugar mostrando una secuencia nítida al principio del ADN replicarse a sí mismo, y terminando con un choque público que fue hecho para 3D muy real.


La actuación de Michael Fassbender como David Android, lleno de movimientos suaves y expresiones faciales deliberadamente, es totalmente apasionante, como otros personajes alrededor de la nave Prometheus gradualmente se vuelven inconsistentes, David sigue siendo la fuerza de la vida enigmática de la película.

Noomi Rapace, como la científica Elizabeth Shaw, también es bastante buena, junto con su novio y socio (Logan Marshall Green) que ha descubierto la serie de dibujos rupestres que le señalan a prometheus una galaxia lejana , donde se cree fervientemente que se reunirá con los ingenieros responsables de la vida humana, también conocido como Dios.



Vemos en la primera escena de la película que tiene razón, un extranjero visitó la tierra para crear la vida, pero Shaw se enfrenta a los escépticos de todos modos, los matones anónimos ayudar a pilotar el Prometheus a Meredith Vickers (Charlize Theron). Una vez que el Prometheus llega del lejano planeta y se mantiene admirablemente concisa, como los exploradores de visitar las cuevas subterráneas que contienen pistas sobre la vida extraterrestre y regresar a la nave, hay un temor de que el maravilloso edificio como sabemos, el caos sabemos que este por venir. Una vez que llegan los desastres, sin embargo, el relato comienza cayendo a pedazos, vemos a los personajes  tomar decisiones que no tienen sentido, los personajes expresan el conocimiento que no tienen manera de saber, y un personaje clave aparece en el tercer acto en una revelación que sólo enturbia la narrativa ya dispersa.


Está claro que Prometheus no fue hecha con la intención de responder concretamente a muchos de los conceptos importantes que trae consigo, pero al igual que lo hizo para el final de Lost, Lindelof se centra hacerca de endebles ideas espirituales como la resolución de su historia, sin apego a la audiencia e impulsar a los personajes de como de este tiempo. Las imágenes y el alcance de Prometheus son cautivantes, pero la historia deja indicios constantes en algo más grande y más completo, pero entonces lanza su atencion en temas (historias) y sigue así a través de ninguno de ellos al final.

Es muy divertido para fuera de la sala discutir todas las ideas que trae a la mente, pero sería aún más divertido tener una película que en realidad podría sacar provecho de ellas (ideas de la historia).

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